
Teniendo en cuenta el tipo de respuesta y las sanciones que podría incrementar Estados Unidos sobre Rusia, podrían surgir efectos sobre el precio del gas, el petróleo y el comercio global.
Además de los factores objetivos que afectan la provisión y el transporte, los precios se mueven por expectativas, como sucedió con el precio de la soja las últimas semanas, que fue a favor de la Argentina.
Según el analista internacional, este conflicto bélico podría desencadenar un nuevo orden bipolar en el que por un lado se posicionan las democracias capitalistas occidentales con aliados como Qatar, Arabia Saudita, Israel y la India, y del otro lado regímenes como Rusia, China e Irán, que reniegan del capitalismo.
“Probablemente aumente el precio de los productos básicos, empezando por el petróleo, el gas y el gas natural licuado; ello tendría consecuencias negativas sobre nuestra balanza comercial, las que muy probablemente excederán un probable aumento del precio de nuestras exportaciones de cereales y granos”, planteó Héctor Torres, quien durante varios años fue representante argentino en el directorio del FMI.
Jorge Vasconcelos, economista del Ieral de la Fundación Mediterránea, analizó que la posibilidad de un mundo segmentado que tiene dos características adversas para la Argentina. De un lado, la segmentación, sobre todo en el mercado mundial de la energía, hace que además de tener precios competitivos y ser confiable, Rusia era el proveedor de gas para Europa, pero seguramente ya no sea considerado confiable.
Por otro lado, la aceleración de la transición energética, iniciada por la pandemia y que podría profundizar si Europa, con ayuda de proveedores como EEUU, Australia y Qatar reduce su dependencia del gas y el petróleo rusos, requerirá gigantescas inversiones de capital, lo que a su vez remite al riesgo-país y el costo del crédito, dos debilidades argentinas.
En este marco, ante la duda sobre si Argentina pagará o no su deuda, las empresas no saben si acceder a los dólares necesarios para cumplir los requisitos de importación y exportación y necesita inversiones multimillonarias no factibles con la actual tasa de riesgo-país.
Frente a este panorama, será clave el rumbo que decida adoptar Alberto Fernández frente al conflicto bélico. Tanto económico como ideológico.
Fuente: Infobae